Parecía un disparate sin paliativos, cuando en 1999 los alumnos de un instituto, con problemas de desigualdad social, en el Polígono Norte de Sevilla, me proponían que para incentivar su interés de aprender, les deberían pagar un sueldo.
Nadie hubiéramos pensado entonces, que nueve años después, aquella demanda pudiera ser recogida como una iniciativa innovadora por el economista Robert Fryer, de la Universidad de Harvard, como un proyecto para paliar la desigualdad social y sus efectos.
El New York Times se hace eco de la noticia el pasado 5 de marzo y se pregunta, si los estudiantes deben cobrar por sacar buenas notas. El pasado mes de septiembre entró en funcionamiento el programa SPARK en 58 centros escolares públicos de Nueva York con el fin de estimular a los escolares de educación primaria y secundaria.
El periódico La Nación recoge la noticia en su edición del 7 de marzo.
“... El programa Spark es para los niños de 8 a 11 años… (sic). La idea es premiarles con 5 ó 10 $ por acudir a los exámenes de inglés y matemáticas, y hasta 20 ó 40 $, según los resultados que consigan".
“…Virginia Connelly, directora de la escuela secundaria N° 123 en el Bronx, comenta: "Los chicos pueden salir a la calle y ganar ilegalmente 50 dólares en un día. Tenemos que hacer algo para competir con eso."
29 marzo 2008
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1 comentario:
Esto es una prueba
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